jueves, 3 de julio de 2014

VIVA SAN FERMIN

Era un siete de Julio cuando le vi,
Me quemaron sus ojos como el carbón,
Y sentí por mis venas un San Fermín,
Con los siete toritos de la pasión.

Boina roja en la cabeza,
La camisa el pantalón como la cal,
Y esa estampa de nobleza,
Que es la misma de Tudela hasta el Roncal.
Y al son de guitarra, la jota navarra, me hizo soñar.
(Veo a S. cantando esta canción y me emociono...)

Me vais a permitir esta licencia, pero esque ¡quedan solo unos días para que comiencen las fiestas de San Fermin! Y esto, para los que hemos nacido en la capital Navarra, es motivo y causa de erizamiento del vello corporal (que se nos ponen los pelos como escarpias, vamos...).

Y esque los sanfermines son especiales... Son fiestas sin igual; famosas en el mundo entero. Tan famosas que guiris-colorcangrejil de todas partes del mundo vienen a Pamplona a disfrutar de las fiestas... ¡y sobre todo de su alcohol! Los sanfermines, para los guiris, son una fiesta totalmente diferente a la que vivimos los Pamploneses, es una fiesta en la que se pueden realizar diversas actividades sanas y divertidas:
  • La gastronomía: Principalmente la líquida... Cualquier cosa líquida se puede ingerir en sanfermines. Sólo tiene que cumplir las condiciones de que emborrache, que sea barato y que manche. Por lo que casicualquiercosa vale: Kalimotxo, cerveza, el agua del cubo de la fregona...
  • Acampada: Los sanfermines también son perfectos para los amantes de la acampada libre. Tan libre que es posible dormir en cualquier sitio de la ciudad: los parques, las aceras, los cajeros automáticos, al borde de una muralla, colgado de una farola... Hay que tener mucho cuidado en estos días porque lo mismo llegas a casa y tienes una horda de homeless durmiendo en tu retrete...
  • Deporte: Seguro que muchos extranjeros vienen a los sanfermines con ideología mucho más sana a practicar deporte y el culto al cuerpo. Es muy común viéndolos practicar running (jugándose la vida delante de toros de 700 kilos en bermudas y chancletas) o fuenting (lanzarse de lo alto de una fuente con la fe ciega de que los de abajo te vayan a recoger antes del segundo bote).
Sin embargo, para los autóctonos, las fiestas de San Fermín son algo más místico que eso; son nostalgia, nervios, recuerdos, alegría... Nos pasamos todo el año esperando que llegue el 6 de Julio a las 12 del mediodía para sacar ese casta que nos meten a todos cuando nacemos. No importa la edad que tengas, la ideología o lo tradicional que seas; los sanfermines te transforman. Sacas la ropa blanca que tienes guardada en el fondo del armario y la adornas con una faja roja (la de sujetar los pantalones ¿eh?, no una faja reductora) y un pañuelo al cuello que hace que se te salten las lágrimas de la emoción. Otro elemento indispensable del atuendo sanferminero son las zapatillas viejas que llevas guardando todo el año con la frase "éstas para romper en sanfermines" y que las acabas reutilizando año tras año arriesgando seriamente tu salud podal...

Llega el 6 de Julio... Te reúnes con tus amigos para almorzar, todos de blanco impoluto y serenos (cosas que no se van a volver a repetir durante todo el día). Las 11:45... Te empiezas a poner nervioso...

Y por fin llega el momento: "Pamploneses, ¡Viva San Fermin! ¡Gora Don Fermin!" (sólo de escribir esto tengo los ojos llorosos). ¡Estalla la fiesta!

La música callejera, el color de la fiesta, los gigantes y cabezudos, las peñas saliendo de la plaza de toros, el "moreno" (a San Fermín se le llama coloquialmente así)... Estas fiestas tienen infinidad de simbología que hace estremecer a los pamplonicas.

Bueno, pues lo dicho: Ya falta menos, ya falta menos...

Felices fiestas a todos y ¡Viva San Fermín!

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jajajaja q mentira! Más bien estas deseando que me calle cuando la canto en vez de emocionarte! Con lo q a mi me gusta esa canción...

Unknown dijo...

Viva!!