miércoles, 25 de junio de 2014

IMPURO

Por fin lo he hecho... Después de muchos años, ¡me he tatuado el brazo derecho!

Llevaba muchos años queriendo hacerme un tatuaje en el brazo. Incluso mi madre me dijo una vez "venga, si te haces el tatuaje te lo pago yo, te lo regalo"... Pero no lo hice. Y maldita la hora, porque valen una pasta... Es de ley decir que me ha pagado la mitad, las cosas como son...

Pero bueno, por fin me he decidido y lo he hecho. ¡Y estoy contentísimo con el resultado! Me encanta como me ha quedado.

Como es natural, mi decisión ha suscitado varias y variopintas reacciones: a la mayoría de la gente le ha gustado (quiero creer que lo dicen de verdad) y las preguntas más habituales son "¿te ha dolido?" y "¿que es ese símbolo que te has hecho?" (Es una clave de Fa, para el que no lo sepa). Mi madre, evidentemente, me ha dicho "es muy bonito... pero desde que yo te dije que te lo hicieras...". Una compañera de trabajo (para más información, de mediana edad) lleva toda la mañana tratando de darme argumentos para convencerme de que dentro de unos años no querré tenerlo y me lo quitaré... Por supuesto, todavía no ha conseguido convencerme, ¡ni lo hará!

Pero sin duda, la reacción que más me ha gustado ha sido la de S. Nada más llegar a casa después de hacerme el tatuaje, me dijo: "me gusta mucho como te queda, pero ahora eres IMPURO". En fin, todas las opiniones son bienvenidas.

Y ahora entro en la propia elaboración del tatuaje, que tiene tela... Cuando entré en la tienda con mi valentía conocida por todos (léase con ironía), pregunté si me iba a doler... Supongo que, antes de contestarme, el tatuador (que debajo de la gorra llevaba catorce piercings y el 75% de su piel visible tatuada) habría pensado que era un pobre ingenuo; pero se armó de sinceridad y me dijo: "no te voy a engañar, te va a doler". Agradezco mucho la sinceridad de las personas; pero si yo voy a un tío que me va a pintar la piel armado con una aguja enorme que hace un ruido similar al torno de los dentistas, ¡prefiero que me mienta!

Pero lo peor de hacerse un tatuaje no es el hecho de hacerlo, sino los cuidados que hay que darle en los días posteriores:
  1. Debes llevarlo dos días envuelto en papel film de cocina como si fuera un bocata de chopped.
  2. No puedes ducharte sin el envoltorio, pero debes lavarlo con un jabón pH neutro masajeándolo con las yemas de los dedos y secarlo con papel de cocina sin frotar, a golpecitos. ¿Con qué se cree que me ducho, con ácido sulfúrico?
  3. Después del tercer día, debes darte 4 veces al día una crema que vale 10€. Pero que no quede ni muy extendida ni como un pegote blanco, debe quedar brillante...
  4. El bote de la crema debes llevarlo metido en una bolsa con cierre hermético para que no coja suciedad. ¿Siguen creyendo que vivo en un vertedero?
  5. No debe darle el sol directamente en 10 días.
  6. No puedes bañarte en piscina ni mar en 10 días.
  7. No puedes hacer ejercicio en 10 días (no sé si podré cumplir esto...).
  8. ¡Pero si parece que me he comprado un gremlin!
En fin, estoy muy contento con mi tatuaje y espero que os guste tanto como a mí.

martes, 24 de junio de 2014

EL RETORNO

Bueno, pues ya está... Ya he vuelto de las vacaciones... (Aquí iría un emoticono con carita de pena). Han sido unas vacaciones geniales en las que he cumplido con creces el propósito con el que iba: descansar y desconectar. Pero sé que me echabais de menos y ¡aquí estoy de nuevo con mis tonterías!

Cuando S. y yo llegamos al hotel, automáticamente, bajamos la media de edad de los clientes unos diez años. Toda una horda de Imsersos habían hecho suyo el hotel y alrededores; pero ahí estábamos nosotros para volver a dar vida a los pobres animadores del hotel, que estaban desesperados y hartos de bailar pasodobles y de jugar a la petanca con los septuagenarios... Rompo una lanza en favor de los animadores de hotel que, sin duda alguna, hacen una labor fantástica. Eso sí que es vocación: no es fácil hacer una Imserso-conga al ritmo de "El chacachá del tren".

El estar rodeado de gente mayor en un hotel con buffet libre es toda una experiencia para los sentidos. Puedes verlos haciendo cola 10 minutos antes de abrir el restaurante y entrar en él como si no hubiera un mañana. O también colmando los platos haciendo "copete" con cosas que, probablemente, no se van a comer... Pero lo mejor de todo es escuchar a una señora, tumbada en una hamaca de la piscina, decir: "Ya le he dicho al camarero que estoy indignada porque no hay gambas a la plancha ni churros en el buffet". Señora... es un hotel de tres estrellas, ¡no el Waldorf Astoria!

En estas vacaciones hicimos dos excursiones: una a Port Aventura, en la que no nos encontramos a las niñas sinceras, pero sí que un chaval de unos quince años me dijo: "perdone Señor, ¿me puede dar la hora?". ¿Señor? ¿Cómo que señor? ¿En qué momento de la vida pasas a ser "un señor"?. Y la otra a un aquapark. En éste último, lejos de bajar la media de edad... ¡la subimos unos cuantos años! Porque nos tocó el fin de curso de todos los colegios de España y estaban todos allí. La verdad es que me lo pasé como un niño (nunca había ido a un parque acuático), así que tampoco desentoné mucho... Un consejo: si sois hombres y os vais a tirar por un tobogán grande en el que se coja mucha velocidad, ¡cruzad las piernas! (Experiencia propia).

Pues nada, aquí estoy, con mi moreno playero delante de mi ordenador del trabajo contando los días que me quedan para las próximas vacaciones... ¡Socorro, más de 30!

jueves, 12 de junio de 2014

¡¡¡ME VOY DE VACACIONES!!!

3... 2... 1... ¡Me voy de vacaciones! Siiiii... Lo necesito mucho y por fin, en 3 días, llega el gran momento.

Ya tengo casi todo preparado... ¡Mentalmente! Jajaja... Sí, porque en realidad no he empezado ni a hacer la maleta. Siempre me pasa lo mismo: pienso en las ganas que tengo de irme, en lo cansado y saturado que estoy del trabajo, en la necesidad que tengo de desconectar de la vida aquí en Mordor... Pero a la hora de la verdad siempre me pilla el toro a la hora de los preparativos.

Menos mal que tengo a S. para recordarme lo que tenemos que llevar, porque si no, me dejaría más de la mitad de las cosas... Ya me veo en la playa, en vaqueros, sin toalla y requemao como un guiri porque me he olvidado la crema...

Pues nada, que a partir de esta tarde ya me toca prepararme la maleta, la crema, el cubo, la pala y el trikini...

Así que durante varios días os dejo descansar de mis paranoias... Pero como dijo el Chuache en Terminator: ¡VOLVERÉ!

jueves, 5 de junio de 2014

CUENTA ATRÁS VACACIONAL

Me siento como el director de un proyecto espacial en Cabo Cañaveral; ha comenzado la cuenta atrás para irme de vacaciones: ten, nain, eit (o como diría España en Eurovisión: oit), seben, sics...

Me quedan diez días, pero se me van a hacer como diez años. Cuando estás esperando algo con muchas ganas o con mucha necesidad, parece que el reloj se para... Hace diez minutos he mirado y eran menos cuarto; y ahora acabo de mirar... ¡Y son menos veinte! Maldito reloj...

¡Y encima el entorno no ayuda!! El verano ya ha llegado a todos los sitios: en la radio anuncian viajes al Caribe, en la tele anuncian cremas para el sol, salen guapos y guapas en bañador que te recuerdan que, una año más, no has cumplido la "operación bikini"... ¡¡Se están confabulando contra mí!!

En el trabajo todo el mundo se está planificando. Utilizan la más mínima excusa para restregarte sus maravillosas y carísimas vacaciones:
- ¿Cuándo te vas de vacaciones?
- En diez días, me voy una semanita a la playa...
- Ah, esque te lo preguntaba para que no coincidamos en las fechas; porque yo me voy 25 días de crucero por las Maldivas y no quiero dejar el proyecto sin nadie..

Por supuesto, te dan ganas de estrangularle y decirle "¡¡pero si ni siquiera sabes situar las Maldivas en un mapa mundi!!. Pero en vez de eso, te limitas a sonreír y a asentir con la cabeza para que no se te note. Pero yo estoy encantado con mi semanita en la playa... La voy a coger con muchísimas ganas y la voy a disfrutar como si fuera la última de mi vida.

Siiiiii... A la vuelta de las vacaciones pondré un post contando mis peripecias playeras... ¡Que sé que lo estáis deseando!

martes, 3 de junio de 2014

EXCURSIÓN A IKEA

Se ha cumplido el primer año desde que me dieron las llaves de mi casa. Mi casa en propiedad... Tantos años persiguiendo ese sueño y resulta que ya ha pasado un año desde que lo conseguí. Se me va la vida...

Lo primero que haces cuando consigues tu propia casa es ir a Ikea. Bueno, en realidad es lo segundo que haces, porque lo primero es sacar una foto de las llaves para mandársela por whatsapp a todos tus amigos/conocidos para que lo vean: "¡ya soy propietario!!". Por lo cual te conviertes en carne de cañón para que te contesten: "te doy el pésame por casarte con el banco", "¿para cuándo la inauguración?" y cosas similares...

Pero no te importa nada, tú estás exultante. Sí, es verdad que te has comprometido con el banco para taitantos años (que ni siquiera sabes cuantos son porque no has vivido tanto...); pero en ese momento no te importa nada, ya tendrás tiempo de deprimirte por eso...

Una casa vacía es enorme y caben un montón de cosas muy caras; por lo que, sabiamente, decides ir a Ikea a por muebles baratos que te puedas montar tú mismo. Te vienes arriba y piensas; "con un destornillador y cuatro tornillos Estronjol, me monto mi casita como un campeón".

Bueno, pues resulta que ir a Ikea es toda una aventura. En mi caso tengo que preparar una excursión en toda regla porque aquí, en Mordor, pues no hay; así que me tengo que meter 200 Km para llegar. S. y yo nos tomamos el día Ikea como si fueran unas vacaciones: "vamos prontito, comemos, y así tenemos toooda la tarde para mirar y comprar". Y así lo hicimos...

Una vez en Ikea y después de habernos comido unas extrañas albóndigas suecas, que sabe Dios de qué estarán hechas, con mermelada de arándanos (ahora me explico por qué Suecia tiene el mayor indice de suicidios del mundo); nos metemos en faena, lápiz en mano... Ikea está muy bien pensado para que no te puedas ir sin mirarlo todo. Es más, si andas un poco despistado, te pierdes por el laberinto y no vuelves a salir jamás (cualquier día se encuentran una momia de un señor de Albacete que buscaba una estantería). Todo está organizado por habitaciones en la planta de arriba: cocinas, baños, dormitorios, etc. También hay una sección que te hace sentir bien: ¡¡la de las casas en miniatura!!! En Ikea están especialmente orgullosos de meter todo el mobiliario de una casa en 25 metros cuadrados... "pensaba que mi casa era diminuta, pero comparado con esta, ¡es la Zarzuela!".

Una vez que has sobrevivido al laberinto de la planta de arriba, bajas y eso es otro mundo: entras en la zona de complementos. Con complementos me refiero a todas las chorradas que puedan caber en tu casa y valgan menos de 10€... Cosas que esperas encontrar: Vasos, platos, manteles, cortinas, sartenes, ropa de cama (sí, ahora se llama así, en mis tiempos eran sábanas)... Y cosas realmente inauditas que sabes que no sirven para nada pero que igualmente vas a comprar: Un bambú, bolsas de cebolla deshidratada, zapatillas de casa, un rollo de papel pegajoso para quitar los pelos del gato...

Cuando te quieres dar cuenta llevas un carro de la compra que no le cabe un alfiler y una lista de códigos de los muebles que vas a comprar para recogerlos en el almacén. Porque ese es la última y más siniestra sección de Ikea: el almacén de recogida de muebles. Básicamente es una nave industrial llena de estanterías numeradas donde están los paquetes con tus muebles desmontados y que tienes que coger tú mismo. Y como buena ley de Murphy que se precie, el mueble que has elegido no está en las estanterías de abajo, no... ¡Está arriba del todo y el paquete pesa como un muerto!

Una vez pagado todo, te das cuenta de que Ikea no es tan barato porque te has comprado un montón de idioteces que no te sirven para nada y que te han subido el precio (aunque, siendo honesto, el idiota eres tú por comprarte todas esa cosas). Así que metes toda tu compra en el coche y te vuelves a meter los 200 Km. de vuelta a casa rezando para que los amortiguadores del coche no se declaren en huelga por el sobrepeso...

Muy bien, cuando has vuelto de tu excursión pro-ahorro a Ikea te das cuenta que entre el gasto de gasolina, peajes, la comida, los muebles, el millón de chorradas inservibles y lo que te va a costar montar ese montón de tablones que tienes en el suelo no compensa y la próxima vez te comprarás un mueble en una tienda de tu ciudad... ¡Y que te lo monten ellos!